Tomás Gutiérrez Alea (11 de diciembre de 1928 – 16 de abril de 1996) fue un influyente cineasta cubano. Escribió y dirigió más de 20 largometrajes, documentales y cortos, conocidos por su influencia en la Cuba post-Revolucionaria, y su delicado equilibrio entre la dedicación a la Revolución y la crítica sobre la situación social, económica y política del país.
El trabajo de Gutiérrez Alea es representativo de un movimiento ocurrido en la década de 1960-1970 conocido colectivamente como Nuevo Cine Latinoamericano. Este movimiento colectivo, también denominado Cine Libre o Cine Imperfecto, estaba profundamente preocupado por los problemas derivados del neocolonialismo y la identidad cultural. El movimiento rechazaba la perfección comercial del estilo de Hollywood, y el cine de autor europeo, proponiendo un cine creado como herramienta para el cambio social y político. El movimiento tenía la dificultad de carecer de recursos, por lo que la estética pasaba a un papel secundario subordinado a la función social del Cine. La meta principal del movimiento era crear unas películas en las que el espectador fuera un participante activo, un integrante de la trama de la película. Los espectadores eran interpelados desde un análisis de un problema actual dentro de la sociedad que en la época no tenía ninguna solución clara, esperando hacer a los espectadores conocedores del problema y salir del teatro queriendo ser actor del cambio social.
El trabajo de Gutiérrez Alea es representativo de un movimiento ocurrido en la década de 1960-1970 conocido colectivamente como Nuevo Cine Latinoamericano. Este movimiento colectivo, también denominado Cine Libre o Cine Imperfecto, estaba profundamente preocupado por los problemas derivados del neocolonialismo y la identidad cultural. El movimiento rechazaba la perfección comercial del estilo de Hollywood, y el cine de autor europeo, proponiendo un cine creado como herramienta para el cambio social y político. El movimiento tenía la dificultad de carecer de recursos, por lo que la estética pasaba a un papel secundario subordinado a la función social del Cine. La meta principal del movimiento era crear unas películas en las que el espectador fuera un participante activo, un integrante de la trama de la película. Los espectadores eran interpelados desde un análisis de un problema actual dentro de la sociedad que en la época no tenía ninguna solución clara, esperando hacer a los espectadores conocedores del problema y salir del teatro queriendo ser actor del cambio social.
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